Seguramente para algunos racistas deber ser increíble que
un indígena aymara esté acogido en el Doctorado de Derechos Humanos y
Desarrollo de la Universidad de Pablo Olavide- Sevilla; es muy difícil por la
Odisea que uno recorre para poder llegar a España, para estudiar derechos
humanos. Pero uno se sorprende cuando encuentra en sus maestros como Joaquín
Herrera, David Sánchez, Boaventura de Sousa, entre otros, comprometidos en la
lucha por la dignidad desde espacios de debate académico. Contagian y guían
personalmente cuando voy asumiendo desde el corazón de la resistencia
comprometido desde el mismo campo de acción de lucha por la reivindicación de
los pueblos originarios, para construir pinceladas de esperanza y alternativa.
Estas sabias enseñanzas, las lecturas, los análisis, fortifican a seguir
luchando en la construcción de los derechos humanos.
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