Escrito por Processocom em Junho 19, 2008
El teórico de la comunicación y autor de De los medios a las mediaciones (G. Gili, 1987), Jesús Martín Barbero propone claves para la investigación en comunicación y cultura invitado por la Cátedra Unesco de Comunicación InCom-UAB, el 8 de mayo en la Fundación Cidob.
¿Cómo investigar las políticas culturales y de comunicación sin toparnos con lo que está sucediendo en la política? ¿Cómo pensar juntas la comunicación y la cultura cuando las instituciones las separan de forma radical? Con estas interrogaciones iniciaba el profesor emérito de la Universidad Javeriana de Bogotá Jesús Martín Barbero un seminario para investigadores en políticas de la cultura y la comunicación.
El experto anima a estudiar las construcciones simbólicas del sentido y a diluir la dicotomía que supone pensar la cultura como la dimensión auténtica o la expuesta en los museos, y la comunicación como la dimensión liviana o el plagio.
Sus líneas de investigación huyen del determinismo tecnológico y del pesimismo cultural: “Hay que investigar lo que nos dé esperanza, y como dijo Benjamin, la esperanza se nos da a través de los desesperados: hoy hay muchos desesperados en América Latina con gran imaginación y buscando una transformación radical de lo que es hacer política”, afirmó.
Martín Barbero propone investigar los cruces entre las dimensiones de cuatro agentes principales: lo público, las industrias, el mercado y el tercer sector o sector independiente, donde crece la creatividad. “Lo público ha sido fagocitado por lo estatal provocando la decadencia de lo social y de su heterogeneidad. Ante medios de comunicación ventrílocuos necesitamos políticas que permitan la expresión de otras voces. El desafío fundamental de las políticas públicas es plantearse la heterogeneidad de lo social”, advirtió.
Por lo que respecta a las industrias culturales, el experto insta a no confundirlas con la legitimidad del mercado: “La industria no es un puro producto del mercado sino que también se constituye desde la política”, afirmó. Y considera muy pertinente trasladar al campo de la cultura el concepto de desarrollo sostenible. En este sentido, calificó a las convenciones de la Unesco como “textos sin dientes” en la medida que carecen de capacidad de interpelación con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Jesús Martín Barbero también sugirió pensar las temporalidades de los procesos culturales. Por ejemplo, desde la capacidad de las colectividades culturales para negociar en los ámbitos que les afectan; así como desde los relatos identitarios: “Una cultura sólo es tenida en cuenta por otra si la otra no sabe contarse, la identidad no es un hecho sino un relato. Las culturas permanecen vivas mientras se comunican entre ellas, siendo la comunicación una dimensión constitutiva de la vida cultural y no sólo su exhibición”, arguyó.
Por último, el profesor y asesor político insta a estudiar el tercer sector de la comunicación como proceso relacionado con la vitalidad de la cultura: “No podemos investigar los medios de comunicación comunitarios fuera del nuevo paradigma de la comunicación: la red, la interfaz o los nodos, en contraposición al paradigma de Shannon de emisor-mensaje-receptor”, explicó. Para Barbero, los medios de comunicación comunitarios son un agente social que piensa su lugar y lo transmite, generando procesos de ciudadanía y creando tejidos que suponen una reinvención de la democracia.
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