martes, 31 de marzo de 2009

Feria mundial 2009

Feria mundial
DM 2009
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ABIERTO EL PLAZO PARA SOLICITAR LAS DONACIONES DEL DM2009

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La Feria del Desarrollo (DM, por sus siglas en inglés) es un programa de donaciones a través de concursos, administrado por el Banco Mundial. El concurso mundial de 2009 está financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y otros asociados, y tiene por objetivo seleccionar entre 20 y 25 proyectos innovadores sobre adaptación al cambio climático que se encuentren en sus etapas iniciales. La DM constituye una oportunidad única de hacer realidad su idea; si su proyecto resulta seleccionado, podría recibir una donación de hasta US$200.000 para completar la ejecución en el curso de dos años.

Tema del concurso
Actualmente existe amplio consenso acerca de que el cambio climático plantea un desafío urgente para el bienestar de todos los países, y en especial para las personas pobres que viven en ellos. Incluso si se logran reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya no será posible evitar cierto grado de calentamiento terrestre y cambio climático..[más]

El concurso de donaciones sobre adaptación al cambio climático se centra en tres subtemas:

1. Capacidad de adaptación de las comunidades de pueblos indígenas a los riesgos climáticos [más]

2. Gestión de los riesgos climáticos y sus múltiples beneficios [más]

3. Adaptación al cambio climático y gestión de riesgos de desastre [más]


¿Quién puede presentar una propuesta? Para el subtema 1 existen criterios de admisión especiales. En el caso de los subtemas 2 y 3, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil, las fundaciones y los organismos de desarrollo que tengan sede en el país donde se pondría en práctica el proyecto pueden presentar su propuesta sin asociarse con otras instituciones. Los demás grupos deben asociarse con una organización, como mínimo; el tipo de asociación varía según las categorías de postulantes. Las personas físicas no pueden presentar propuestas. Para obtener más detalles sobre las asociaciones y los criterios de admisión, haga clic aquí o vea las bases.

¿Cómo presento mi propuesta? Las propuestas deben enviarse a través del formulario de presentación que se encuentra en el sitio web de la DM. Sólo se tendrán en cuenta las propuestas recibidas hasta las 18.00, hora del este de los Estados Unidos (22.00, hora del meridiano de Greenwich), del 18 de mayo de 2009.

¿Cómo se evaluarán las propuestas? La evaluación seguirá un proceso riguroso. Haga clic aquí para obtener más información sobre los criterios de selección.


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Adaptación al clima

Actualmente existe amplio consenso acerca de que el cambio climático plantea un desafío urgente para el bienestar de todos los países, y en especial para las personas pobres que viven en ellos. Incluso si se logran reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya no será posible evitar cierto grado de calentamiento terrestre y cambio climático. Los efectos directos primarios del cambio climático son un aumento de las sequías y las inundaciones, más picos estacionales en el caudal de los ríos y una mayor probabilidad de tormentas tropicales más severas. Es posible que los más afectados sean los países y las comunidades más pobres debido a su ubicación geográfica, su bajo nivel de ingresos y su escasa capacidad institucional, así como su mayor dependencia de sectores muy relacionados con el clima, como la agricultura. Por lo tanto, la adaptación al cambio y los riesgos climáticos es cada vez más importante en los países en desarrollo; por adaptación se entiende el conjunto de actividades destinadas a ajustarse a los efectos actuales y potenciales del cambio climático. El mayor desafío que enfrentan estos países es fortalecer la capacidad de adaptación a la creciente variabilidad climática.

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Subtemas

1. Capacidad de adaptación de las comunidades de pueblos indígenas a los riesgos climáticos
En el mundo existen aproximadamente 250 millones de indígenas. Los pueblos indígenas se distinguen porque la tierra en la que viven y los recursos naturales que utilizan como sustento forman parte de su identidad y su cultura. Los territorios ancestrales de los pueblos indígenas abarcan hasta un 22% de la superficie terrestre y coinciden con regiones que contienen bosques, valiosas reservas de biodiversidad y otros recursos naturales que son los últimos que quedan en el mundo.

El cambio climático plantea amenazas mayores y específicas para la supervivencia de las comunidades de pueblos indígenas. Estos pueblos, en especial los que viven en desiertos, altitudes, bosques tropicales, islas y regiones costeras, y la zona ártica, ya están experimentando los efectos adversos del cambio climático. Al mismo tiempo, debido a su estrecha y tradicional relación con el medio ambiente, los pueblos indígenas se encuentran en una posición única para adaptarse al cambio climático. Los vastos conocimientos tradicionales que poseen sobre el medio ambiente, la agricultura, la gestión de la tierra, las prácticas culturales y el comercio y el derecho consuetudinario pueden constituir una base para llevar a cabo las innovaciones necesarias en lo que respecta a adaptación al cambio climático. No obstante, este conocimiento que poseen los ancianos corre serios riesgos de quedar en el olvido, en detrimento de generaciones futuras.

Este subtema de la DM2009 moviliza a las comunidades y organizaciones de pueblos indígenas a idear formas innovadoras de adaptación al cambio climático. Con especial hincapié en actividades que se centren en la participación de las mujeres y los jóvenes, buscamos propuestas de:

identificación y conservación de prácticas relativas a la agricultura y la gestión de la tierra, el agua y el suelo que se basen en los conocimientos indígenas tradicionales y ayuden a aumentar la capacidad de adaptación de las comunidades de pueblos indígenas a las amenazas climáticas;

desarrollo y aplicación de estrategias de comunicación y planes de adaptación innovadores, basados en los sistemas indígenas y orientados a acelerar el aprendizaje y el intercambio de conocimientos sobre adaptación al cambio climático.

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2. Gestión de los riesgos climáticos y sus múltiples beneficios
Las comunidades pobres son las que menos capacidad tienen para gestionar los riesgos climáticos. Además, ya tienen suficientes dificultades para hacer frente a la variabilidad climática y a las condiciones climáticas extremas. Estas alteraciones interactúan con factores socioeconómicos y aumentan la vulnerabilidad y la desigualdad de condiciones que sufren los grupos menos favorecidos, como las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidades. A medida que se produzcan transformaciones climáticas más pronunciadas, la vulnerabilidad de estos grupos aumentará si no se abordan en mayor profundidad las cuestiones de adaptación.

Las comunidades necesitan fortalecer su capacidad de adaptación a la variabilidad climática y el cambio climático. Así como una adaptación sólida ayuda a salvaguardar los avances conseguidos en materia de reducción de la pobreza, también puede producir otros beneficios, como la conservación de la biodiversidad y el mejoramiento del estado de los ecosistemas.

Este subtema de la DM2009 promueve prácticas innovadoras de gestión del riesgo climático impulsadas por las comunidades que den lugar a múltiples beneficios sociales y ambientales para las personas vulnerables. Específicamente, buscamos propuestas que reporten múltiples beneficios sociales y ambientales y potencien a las comunidades pobres que están expuestas al riesgo climático a fin de:

probar estrategias innovadoras y de bajo costo para distribuir los riesgos climáticos más allá del plano local (por ejemplo, mejoras en el comercio y la cadena de valor, microfinanzas). Se dará preferencia a estrategias dirigidas a grupos vulnerables, como las mujeres, los niños y los ancianos;

forjar alianzas innovadoras que fortalezcan la capacidad de adaptación de las comunidades vulnerables, lo que incluye mayor acceso a conocimientos, información y servicios sobre gestión de los riesgos climáticos;

utilizar métodos innovadores para ayudar a educar a las comunidades sobre los riesgos climáticos, de modo de potenciarlas para la acción.
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3. Adaptación al cambio climático y gestión de riesgos de desastre
Se prevé que el cambio climático aumentará la frecuencia y gravedad de las situaciones climáticas extremas. Estos desastres naturales ya se cobran la vida de decenas de miles de personas cada año y destruyen los medios de subsistencia de millones de víctimas. Los desastres naturales derrumban décadas de desarrollo en un momento, y los costos de alivio, recuperación y reconstrucción consumen miles de millones de dólares provenientes de los fondos generales para el desarrollo y los ahorros de los hogares.

Los desastres empujan a los núcleos familiares a la pobreza porque destruyen su capital fijo, humano y social, y sumen en una pobreza persistente a los hogares más pobres. Además, los desastres afectan desproporcionadamente a los grupos menos favorecidos, como las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidades. Se requieren esfuerzos sostenidos a largo plazo para integrar la adaptación al cambio climático y la gestión de los riesgos de desastres a fin de reducir la vulnerabilidad y salvaguardar el desarrollo en las zonas urbanas y rurales.

Este subtema de la DM2009 promueve ideas innovadoras que vinculan la adaptación al cambio climático y la reducción de riesgos de desastres. Específicamente, buscamos propuestas que:

formulen mecanismos innovadores, como las redes de protección social o los microseguros, que distribuyan los riesgos de desastres climáticos que afrontan los pobres y vulnerables más allá del ámbito local. Se dará preferencia a propuestas que consideren a mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidades en situación de vulnerabilidad, y a comunidades de regiones propensas a conflictos;

propongan planteamientos innovadores y de bajo costo relativos a viviendas e infraestructura local resistentes a los desastres relacionados con el clima y a la planificación espacial (utilización de la tierra, construcción de viviendas, gestión de zonas costeras) orientada a la adaptabilidad al cambio climático;

mejoren la capacidad de las comunidades locales de obtener y utilizar información sobre riesgos de distintos peligros para perfeccionar sus sistemas de alerta temprana ante sequías, inundaciones y ciclones, y otras formas de respuesta comunitaria ante condiciones climáticas extremas y cambios climáticos.
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jueves, 12 de marzo de 2009

Una jungla en el asfalto

Reportajes
Por Fabiana Frayssinet * - IPS/IFEJ

Río de Janeiro ha empezado a poblarse de animales salvajes, yacarés, carpinchos, boas y monos. ¿Es el renacimiento de la selva en pleno cemento?



RÍO DE JANEIRO, 9 mar (Tierramérica).- A los habitantes de Recreio, barrio acomodado del oeste de Río de Janeiro, ya casi no les sorprende ver a un yacaré interrumpir el tránsito o zambullirse en sus piscinas. Quienes no se acostumbraron a que cada vez más personas invadan sus pantanos y lagunas son esos anfibios.

"Vimos uno enorme atravesando la calle y tuvimos que parar el automóvil", comenta espantado un vecino.

La presencia de yacarés (familia Alligatoridae), otrora dueños y señores de este territorio, es cada vez más frecuente en la ciudad, como la de muchos otros animales del bosque nativo.

La organización no gubernamental SOS Mata Atlântica atribuye a estos y otros anfibios una "extrema importancia para el equilibrio natural, porque controlan la población de insectos y otros invertebrados".

En áreas inundadas que eran sus lugares de procreación, los yacarés conviven hoy con la basura que arroja la gente y los líquidos de las cloacas. Y sobreviven con los frutos de su propia pesca, o con los trozos de carne que algunos arrojan a sus fauces siempre alertas.

Denise Monsores, administradora del Parque Chico Mendes, que protege éstas y otras especies nativas, explica que la explosión inmobiliaria de la última década en Recreio limitó el hábitat de los yacarés. Acorralados, comenzaron a vagar por el asfalto.

Este parque es casi el único reducto libre de seres humanos que les queda. Monsores atribuye el problema a la desordenada planificación del crecimiento urbano.

Para erigir Recreio se drenaron pantanos y zonas inundadas donde vivían los yacarés y otras especies, o se usaron como depósitos de aguas servidas que salen de las cloacas de los edificios.

Los carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris), llamados aquí "capivaras", también han sido expulsados de su medio original, y cada tanto aparecen en lagunas o playas de la elegante zona sur de la ciudad, para alborozo de los bañistas.

La cultura carnavalesca carioca captó el fenómeno. Un carpincho perdido inspiró el nombre de una banda. El Bloco La Capivara Enjabonada --en alusión al animal que se escurría de las manos de los bomberos que intentaban devolverlo a su hábitat-- compuso un samba en su honor.

Alejándose del bosque de la Tijuca, la enorme boa (Boa constrictor constrictor) de color blanco y rojo, llamada aquí giboia, comenzó a aparecer más de lo deseado en medios urbanos.

A fines de 2008, habitantes de la favela (tugurio) de Borel llamaron a especialistas del Parque Nacional de la Tijuca por denuncias de "giboias en abundancia", recordó el jefe de esa reserva, Ricardo Calmon.

Así descubrieron lo que atraía a las serpientes: el creciente número de ratas, que a su vez proliferan por la acumulación de basura.

Río de Janeiro convive con una de las florestas urbanas más grandes del mundo: el Bosque Atlántico, o Mata Atlântica, que se extiende por 17 estados brasileños y es generoso en fuentes hídricas, flora y fauna. Tiene 1.020 especies de aves, 350 de peces, 340 de anfibios, 251 de mamíferos y 197 de reptiles, según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente.

Pero aunque todavía ocupa 1,3 millones de kilómetros cuadrados --alrededor de 15 por ciento del país--, conserva sólo siete por ciento de su tamaño original.

Las regiones metropolitanas de São Paulo, Río de Janeiro y Victoria deforestaron 793 hectáreas, según el Atlas de los Remanentes Forestales del Bosque Atlántico 2005-2008, de SOS Mata Atlântica y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.

En los estados del Bosque Atlántico vive 62 por ciento de la población, unos 110 millones de personas que destruyen las mismas florestas que necesitan para garantizarse “el abastecimiento de agua, la regulación del clima y la fertilidad del suelo, entre otros beneficios ambientales”, según SOS Mata Atlântica.

Las actividades humanas, la especulación inmobiliaria, la caza y la pesca, la extensión agropecuaria y la mala planificación urbana amenazan en esta zona a 383 especies animales, de las 633 en peligro en el país.

Algunas especies tienen más capacidad de adaptación y de convivencia con el ser humano, según el biólogo Mario Moscatelli, titular de la cátedra de administración de ecosistemas del Centro Universitario de la Ciudad.

Los monos hacen acrobacias en los balcones y terrazas de las casas vecinas al bosque de Tijuca, para comer o robar frutas dejadas por sus habitantes.

Los yacarés nadan en medio de la basura con una botella de plástico sobre la cabeza. Los buitres vigilan la carretera desde lo alto de los postes de luz, a la espera de algún animal atropellado por los automóviles.

Pero otros, como la guará (Eudocimus ruber), un ave que casi desapareció de Río de Janeiro, "son más delicados y, como no resisten el contacto con la gente y su producción de basura y aguas servidas, se van o mueren", agregó.

"Los animales no invaden la ciudad. En realidad, la ciudad está invadiendo los últimos fragmentos de lo que fueron sus hogares", explicó Moscatelli.

“Río de Janeiro fue creada encima de manglares, zonas inundadas, bosques", un proceso que "después de 500 años muestra una nueva etapa de ocupación".

En el zoológico municipal, los veterinarios conocen las consecuencias de ese proceso.

"Las entidades de captura traen aquí a todos los animales originarios de nuestros bosques", señaló Víctor Hugo Mesquita, director técnico del zoológico.

"Es muy común que traigan monos, giboias, yacarés, perezosos, comadrejas y diversas especies de mamíferos", ejemplificó.

Paradójicamente, algunas especies protegidas por nuevas y rigurosas leyes se salvaron de la extinción y comienzan a ser plaga.

Según Calmon, algunas especies de primates hoy son objeto de planes de esterilización.

"Como fruto de ese desequilibrio del ecosistema y a falta de un depredador natural como el jaguar (Panthera onca), que vivía en el bosque, algunas especies empiezan a superpoblar la zona. Como el bosque está cercado por la ciudad, no tiene una escala suficiente para que sobrevivan otras especies de la cadena alimentaria", explicó el jefe del Parque de la Tijuca.

Moscatelli prefiere no llamar “plaga” a los animales sino al ser humano, que "desordenó toda la cadena alimentaria".

Se necesita una "redistribución de la población de animales en otras áreas" para que "no creen problemas en el medio urbano", propone.

Las especies silvestres pueden contagiar enfermedades, como la rabia o la fiebre maculosa que transmite el carpincho a través de las garrapatas, o pueden agredir a la gente, como los yacarés, para defender su cría.